miércoles, 10 de noviembre de 2010

ALEGRÍAS Y PENAS DEL AMOR - Poesía



PRÓLOGO

“Si por amar se sufre, / justo es que de repente así suceda./ ¡Sólo el amor lo soporta todo!”. Pero que jamás falte en el corazón la certeza de tu amor; el mismo sentimiento con el que un día saldrás avante si es tu caso, luego de un duro batallar y aún después de “nadar contra la corriente”. De todos modos, creo que siempre habrá quien transite por el “tormentoso y dichoso” camino del amor. Alegrías y penas del Amor es un libro revelador de sentimientos, sí también de sentimientos tristes en contraposición al amor, pero por encima de todo deja ver la grandeza y el poderío de ese sentimiento que es el más sublime: El amor. Lo podemos notar en: “A veces/ cuando/ las miradas / se cruzan/ y un silencio/ en el ambiente/ sostenido queda…/ Es el amor que llega./”; como también en: “Quizá la rosa es hermosa/por ser hermosa la rosa,/así, tan hermosa como tú.” Gracias a la existencia del amor la vida alcanza la excelsitud, aunque a veces tras difíciles relaciones en las que salimos mal librados hubiera que decir: “Mujer que por tu existencia/mi pena alcanza/su madurez temprana/” o “Parecéis trago amargo, / pócima maldita/ difícil de tomar. / Parecéis la mano/ de un cruel asesino/ ¡Sin corazón y sin piedad¡”. Se ama y se sufre, las rosas siempre tendrán espinas.

A quien lea las páginas de Alegrías y penas del Amor quiero transmitirle complacido, en virtud a mi propia experiencia la siguiente evidencia: “Si hacemos prevalecer en nuestro corazón el más sublime sentimiento de amor, lograremos que en la vida siempre sean más las alegrías que las penas”. El autor.

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